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Posted By Eva
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Afortunadamente parece que estamos empezando a salir de una pandemia con la que hace tan sólo poco más de dos años nadie contaba. Dio, da y dará mucho miedo porque en este tipo de situaciones no tenemos control sobre lo que sucede y la sensación de indefensión se incrementa considerablemente con todas las derivadas que de ella se desprenden como puede ser la ansiedad, la depresión, los problemas económicos, la pérdida de redes sociales de apoyo y un largo etcétera.
Los asuntos de la vida
En la vida hay, al menos, dos tipos de asuntos. Por un lado, está lo que depende de nosotros, nuestros gustos, nuestras decisiones, nuestros deseos, es decir, todo aquello que hace que pensamos, sintamos y hagamos. Y por otro lado están los asuntos de los demás, cómo piensan, lo que hacen, su forma de interactuar, es decir lo que hace que los otros piensen, sientan y actúen. Además, están lo que algunos llaman los asuntos de Dios y que a mí me gusta denominarlos de la vida y que se refieren a cuestiones sobre si hoy va a hacer sol, si mañana va a producirse una ciclogénesis, o si en algún momento va a volver una pandemia.
El control
Existe, por otro lado, una ilusión de control en las personas que hacen que creamos que podemos controlar, o al menos influir en resultados sobre los que claramente no tenemos ninguna influencia. Esta necesidad de saber, anticipando lo que va a ocurrir nos aporta seguridad y nos crea la sensación de que podemos diseñar una estrategia para que nada nos pille desprevenidos.
El problema se produce cuando se combina la necesidad de control con cuestiones que no dependen de nosotros. Estas situaciones generan un cóctel explosivo que lo único que genera es dolor y sufrimiento. Por todo ello, es necesario aprender a distinguir qué asuntos dependen de nosotros y por tanto, podemos realizar acciones sobre ellos ejerciendo un cierto grado de control sobre los resultados. Y cuales, son ajenos a nosotros y por tanto debemos de soltar y aceptar los resultados que ellos nos deparen
Como vivir en la incertidumbre
Para ello es fundamental aprender a vivir en la incertidumbre, la cual nos guste o no siempre va a estar presente en nuestras vidas. Es importante desarrollar estrategias personales que nos ayuden a gestionar el miedo y la ansiedad que esto nos pueda ocasionar.
Una de ellas es realizar un cambio de actitud que te permita:
– ver en la incertidumbre una oportunidad de crecimiento
– fomentar la creatividad que te permita ir buscando soluciones a los imprevistos que puedan ir surgiendo
– aceptar que vivimos en un mundo en constante evolución en donde lo mejor que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros mismos y disfrutar del regalo que supone estar vivos.
– trabajar las emociones negativas, sustituyéndolas por otras positivas.
Desde Ekilibrat-e podemos acompañarte en todo el proceso, ayudándote a mejorar tu calidad de vida. Para más info y consultas contacta con nosotros.
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Pedro
Estoy de acuerdo con tu enfoque. Aunque me gustaría que me ampliarás un poco más la información. ¿Me puedes enviar algo de bibliografía sobre el tema? Gracias
Eva
Buenos días Pedro!!
Lo primero darte las gracias por tu comentario. Aprender a vivir en la incertidumbre es un tema complejo en el que se entremezclan varias cuestiones relacionadas con el miedo, la necesidad de control y la falta de aceptación de la vida tal y como es. Una buena forma de trabajar en ello me parece que es leer sobre personas que en otras épocas tuvieron que pasar por circunstancias difíciles para observar qué estrategias utilizaron y analizar cómo consiguieron maximizar sus resultados en condiciones de extrema dificultad. Hay varios. Mi recomendación para empezar es Cabeza de Vaca de Antonio Pérez Henares. Te dejo aquí el enlace
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Espero haberte servido de ayuda
Un saludo!!!!!