Pues como lo prometido es deuda y no me gusta deberle nada a nadie hoy voy a escribir sobre la importancia del autoconocimiento.
La verdad es que no sé cómo he podido vivir tanto tiempo alejada de este mundo y desde que entré en él, he tenido clara cuál es mi misión en el mundo. Y no es otra que ayudar a cuantas más personas mejor a que se aprovechen de los beneficios del autoconocimiento.
Sí, sí, ya sé que suena muy manido, pero es lo que hay, no he nacido con el don de ser original, qué le voy a hacer.
¿Qué es el autoconocimiento?
Pues como su propio nombre indica es el conocimiento propio, el conocimiento de uno mismo. Es como responder a la canción de siniestro total de quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, si estamos solos en la galaxia o acompañados, y si existe un más allá y si hay reencarnación, …
Bueno, responder a quienes somos es un objetivo para mi tan ambicioso que el resto de preguntas yo las dejaría para el más allá directamente. Aunque bien pensado, saber a dónde vamos también es bastante necesario sino queremos andar por ahí como pollo sin cabeza.
Autoconocerse para mí es saber cuáles son tus miedos, tus deseos, tus formas de reaccionar ante el estrés, tus virtudes, tus defectos, tus estrategias de vida, etcétera, etcétera. Todo lo que se te ocurra y no aquellas cuestiones visibles como conocer tus aficiones o tu comida favorita, sino aquellas que no están tan a la vista y de las que no somos conscientes salvo que nos pongamos a pensar expresamente sobre ellas.
El autoconocimiento te facilita ser capaz de ver, por ejemplo, que eres una persona perfeccionista, o insegura, o tal vez ambas cosas, o que te cuesta conectar con los sentimientos dolorosos y para ello te narcotizas saliendo de copas o viendo series de Netflix.
Autoconocerse es darte cuenta, por ejemplo, de que siempre has estado tan pendiente de los demás que te has olvidado de ti mismo o de que a pesar de considerarte una persona tolerante, tienes un pensamiento rígido que torpedea tus relaciones sociales.
¿Por qué es importante el autoconocimiento?
Preguntas fáciles tienen respuestas sencillas.
Porque si te conoces eres consciente de aquello que se te da mejor y peor, de lo que te hace bien y lo que te perjudica. Y de repente te das cuenta que se te da bien relacionarte con la gente, o no y descubres que tiendes a huir de las personas porque te cuesta conectar con ellas.
Y si eres consciente de ello, te va a ser más fácil cambiar lo que menos te guste de ti, potenciar tus virtudes y buscar herramientas que te ayuden a minimizar los resultados de aquello en lo que sabes que patinas. Y si quieres mejorar tus relaciones sociales puedes apuntarte a un curso de cómo hablar en público y si se te da bien la gente y no te gusta tu trabajo lo mismo puedes reorientar tu carrera profesional y dedicarte a la comunicación.
Y cuando lo haces te sientes mucho mejor, porque aprendes a aceptar tus miserias y a quererte cómo eres. Y ya no te castigas por parecer una persona antisocial o una paranoica que constantemente está proyectándose al futuro buscando todo lo negativo que te pueda pasar. Y te das cuenta de que todas las personas tenemos nuestras caquitas, y que las tuyas no huelen más ni peor que las del resto. Y ya sabes lo que dicen, mal de muchos, …
Y sentirse bien hace que te frustres mucho menos cuando fracasas, que te perdones cuando te equivoques y que empieces a ver la vida como el libro de elige tu propia aventura. Y cuando un día saliste corriendo de una reunión porque te encontrabas incómod@ con tanta gente, siendo consciente de ello, te das una palmada en la espalda y te dices que la próxima vez aguantarás un poco más.
Y cuando eliges tu propia aventura sólo tú eres el responsable de lo que te ocurre y pasas de ser el copiloto en tu vida a ser el conductor empezando a tomar las decisiones que te acerquen a dónde quieres ir. Y eso te da libertad y te empodera. Y te aleja del papel de víctima y de estar lamiéndote las heridas por lo mal que te ha tratado la vida.
¿Cómo autoconocerse?
Hay muchas formas de hacer este proceso. Puedes hacerlo de forma autodidacta o apuntarte a un curso o incluso buscar ayuda profesional para hacerlo.
Sea como sea, tienes que tener claras 3 cuestiones:
1.- Lleva tiempo y requiere esfuerzo y paciencia. Olvídate de fórmulas rápidas y huye de quien te las ofrezca. Autoconocerse es un viaje que dura toda la vida. Obviamente al principio se ven los resultados muy deprisa porque empiezas a darte cuenta de muchas cosas muy rápido. Pero es algo que nunca se acaba porque según vas evolucionando te vas dando cuenta cada vez de más y más cosas y es igual que el cuento de la buena pipa que nunca se termina.
2.- Es un proceso difícil y a veces doloroso. Requiere de un trabajo de introspección muy profundo en el que a veces vas a ver cosas de ti que no te gustan nada y que te van a resultar incómodas. No es fácil abrir los ojos a nuestras miserias y reconocer que eres envidioso, controlador o mentiroso. Qué se yo. Cada uno tenemos lo nuestro y lo único seguro es que todos tenemos para dar y regalar. Cuánto más conocimiento tengas de tu lado oscuro más fácil te va a ser que la fuerza te acompañe.
3.- Lo tienes que hacer tú y nadie, absolutamente nadie lo va a poder hacer por ti. Es fundamental y necesario comprometerse con el proceso y ser absolutamente sincero con uno mismo porque si no las trampas las vas a hacer al solitario y eso al único al que va a perjudicar es a ti mism@.
Beneficios del autoconocimiento
Como todo esfuerzo tiene su recompensa, meterse en ese lodazal tiene grandes ventajas. Te voy a decir 3:
1.- Te sirve para aprender a gestionarte de una forma más eficiente. Saber cómo respondes ante determinadas circunstancias te hace ser un alumn@ aventajad@. Y aumentará tu inteligencia emocional. Y sabrás cómo equilibrar cuerpo, mente y emociones. Y no dejarás que las emociones te dominen, sino que serás tú quien las domine a ellas.
2.- Cuando te relacionas mejor contigo mismo, inevitablemente mejoran las relaciones con tu entorno. Así que el beneficio no es sólo para ti sino para toda la gente que te rodea. No obstante, a veces, puede parecer lo contrario, por ejemplo, si siempre has estado pendiente de los demás y ahora empiezas a priorizarte, puede que haya a quien eso no le interese y se moleste. No obstante, esa es otra historia diferente. Lo que es un hecho es que quien realmente te quiere se alegrará de verte mejor y se contagiará de ello.
3.- Sobre todo te sirve para sufrir menos. Porque el dolor es inevitable. La vida es una concatenación de hechos y circunstancias que están fuera de nuestro control y hay veces que lo que nos pasa nos gusta y otras veces no. Y ante ello tienes dos opciones: o pelearte con la vida y pasártela dándote cabezazos contra la pared intentando cambiar aquello que no va contigo o aceptar que son lentejas y aprender a navegar por la vida utilizando los limones para hacer limonada.
Yo lo tengo claro y cada día disfruto más de los frutos del limonero que tengo en el jardín de casa y tú ¿qué es lo que prefieres?
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