El verdadero viaje del aprendizaje consiste no en buscar nuevos paisajes sino en mirar con nuevos ojos.
Marcel Proust.
Como lo prometido es deuda, te voy a explicar un poco más los 4 diferentes estilos con las que las personas solemos aprender.
En función de a qué le des más peso tendrás uno de estos 4 estilos que te explico a continuación.
Estilo divergente
A las personas que actúan desde el corazón y la reflexión se las llama divergentes.
Son esas personas que observan desde diferentes puntos de vista, a las que les encanta generar múltiples alternativas para encontrar una solución. Personas que se pierden en sus divagaciones y a las que les cuesta poner en práctica lo aprendido. Muy creativas y necesitadas de tiempos y plazos para terminar las tareas. Prefieren trabajar en grupo, son muy sensibles a las necesidades de las personas y les encanta el diálogo y el debate constructivo.
Son imaginativos, empáticos, flexibles, reconocen los problemas siendo capaces de generar gran cantidad de ideas.
Estilo asimilador
A las personas que actúan desde la razón y la reflexión se les llama asimiladores.
Son ese tipo de personas que se concentran en ideas y conceptos abstractos. Personas muy normativas, que les dan mucho valor a la solidez de las teorías, es decir, son muy racionales. Les gusta mucho profundizar sobre un tema acudiendo a conferencias o exposiciones. Se encuentran más cómodos trabajando en solitario que con personas y les dan escaso valor a las emociones. Muy buenos para comprender la información y ordenarla de forma lógica.
Son planificadores, pacientes, rígidos, capaces de crear modelos, definir modelos y desarrollar teorías.
Estilo convergente
A las personas que actúan desde la razón y la acción se les llama convergentes.
Estas personas tienen mucha facilidad para resolver problemas y tomar decisiones que se basan en buscar soluciones a preguntas y respuestas. Les gusta más quedarse en la parte técnica dejando un poco de lado a las personas. Les gusta más experimentar con simulaciones y aplicaciones prácticas. Son muy buenos descubriendo la aplicación práctica de las ideas y las teorías.
Son lógicos, resolutivos, decididos, definen el problema y son capaces de razonar en base a las deducciones.
Estilo acomodador
A las personas que actúan desde el corazón y la acción se les llama acomodadores.
Estas son las personas que aprenden a través de la experiencia concreta. Disfrutan con nuevos planes y participando en experiencias nuevas que les generen desafíos. Son bastante impulsivos y se guían más por la emoción que por la razón. Para resolver los problemas confían más en las opiniones de los otros que en su propio conocimiento técnico. Les gusta trabajar con personas y hacer trabajos de campo.
Son prácticos, arriesgados, se adaptan con mucha facilidad. Buenos liderando logrando que los proyectos se llevan a cabo.
Para qué sirven:
Conocer los estilos de aprendizaje te va a permitir:
- Conocerte un poco más y saber cuál es el tipo que usas principalmente. Si tu estilo es, por ejemplo, asimilador, entenderás por qué no te sientes cómodo entre un grupo numeroso de personas.
- Aumentar el conocimiento sobre el tipo predominante de las personas que te rodean, pudiendo aprender de sus fortalezas. Si tienes tu pareja es, por ejemplo, acomodadora, puedes aprender de ella a relacionarte con otras personas, a influirlas y a guiarlas.
- Reconocer cuáles son tus principales lagunas para poder trabajar en ellas. Siguiendo con el ejemplo primero, te permitirá darte cuenta de que ser tan rígido hace que a veces te atasques en la solución de un problema.
- Optimizar la manera en la que resuelves los conflictos. Trabajando la flexibilidad mejorarás enormemente en este sentido.
- Mejorar la comunicación con tu entorno más cercano, tanto personal como profesionalmente. Porque vas a entenderte y a entender otras formas de actuar que van a mejorar tu empatía y la forma en la que te diriges a otros.
Espero que este artículo te ayude a mirarte con otros ojos.
Si te interesa profundizar más sobre el tuyo, reserva una sesión conmigo.
